La inversión media por alumno en libros de texto fue de 91,85 euros el curso pasado, 2,2 euros por alumno más que el curso anterior
MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
Las comunidades autónomas destinarán este curso 2023-2024 una cuantía global superior a los 366 millones de euros a sus programas de ayudas a las familias, que permitiría que cerca del 70% del alumnado de las etapas obligatorias dispongan de algún tipo de ayuda, total o parcial, para los libros de texto, lo que supone 3.253.347 alumnos beneficiados.
Así lo refleja el informe ‘El libro educativo en España. Curso 2023-2024’ publicado este jueves por la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE), recogido por Europa Press.
La asociación incide en que la actividad de las empresas editoriales está “condicionada por las decisiones y normativas de las administraciones educativas autonómicas con respecto a sus programas de ayudas a las familias para el acceso a los libros”.
En este sentido, constata la heterogeneidad entre las normativas de las comunidades autónomas. “No se trata sólo de diferencias en cuanto a los recursos económicos destinados a las ayudas, el alcance, los procedimientos, las cuantías por alumno o las fórmulas para la compra de los libros. Ni siquiera existe uniformidad a la hora de plantear la deducción de la adquisición de los libros de texto en la declaración de la renta”, advierte.
Este año, el sector editorial de contenidos educativos español ha concluido la elaboración de los libros de texto adaptados a la LOMLOE para que puedan impartirse en todos los cursos de todas las etapas educativas. La edición de los libros de texto y contenidos educativos destinados a los cursos pares, que este año deben comenzar a impartirse con los nuevos currículos, se ha desarrollado “con menor incertidumbre que el año pasado”, según explica ANELE.
Los editores recuerdan que el curso 2022-2023, tanto profesores como editoriales tuvieron que trabajar con las normativas autonómicas que completan los Reales Decretos de Enseñanzas Mínimas para, respectivamente, preparar las programaciones del curso y los libros y contenidos adaptados a la LOMLOE, una situación que “requirió un importante esfuerzo e inversiones económicas” por parte de las editoriales que, nuevamente, han tenido que editar libros para todas las asignaturas diferentes en cada comunidad autónoma.
En su informe, los editores apuntan que, en este escenario, la tarea de las empresas ha puesto de manifiesto el verdadero papel de las editoriales de contenidos educativos, que “va más allá de la mera elaboración de los libros de texto, ya que en un cambio curricular por competencias como el que establece la LOMLOE, tan explícito, amplio y sistemático, la nueva generación de libros de texto ha ofrecido orientación a un profesorado necesitado de ella”.
“Pero no solo a estos, también a las familias para que puedan encontrar en los materiales que elaboran información sobre los trabajos de sus hijos y herramientas para que puedan ayudarles en el proceso de enseñanza-aprendizaje”, añaden.
Además, los editores resaltan que los libros de texto han dejado de ser “un mero conjunto ordenados de contenidos curriculares para transformarse en un conjunto de materiales y recursos educativos múltiples e integrados en torno a un proyecto editorial pedagógico singular”, en los que confluyen múltiples elementos que permiten ir configurando el aprendizaje de los alumnos, como lecturas, materiales manipulables o recursos digitales”.
De hecho, puntualizan los editores, actualmente los libros en papel incluyen, generalmente, una licencia digital que da acceso a recursos de ampliación y refuerzo.
La inversión media por alumno en libros de texto no universitarios mostró un incremento de 2,2 euros por alumno el curso pasado, hasta situarse en los 91,85 euros por estudiante. Sin embargo, si se analizan los datos desde 2013, la evolución confirma una tendencia a la baja. En comparación con la registrada hace cinco años, la inversión se ha reducido en 9,30 euros por alumno.
EL PRECIO MEDIO POR LIBRO SUPERÓ LOS 19 EUROS EL CURSO PASADO
El informe señala que el precio medio del ejemplar se incrementó un 3,9% el pasado curso, hasta los 19,06 euros, por debajo de la tabla de inflación del 5,7% con la que cerró el pasado año. Una diferencia que, según asegura, “sería mayor si se tiene en cuenta que en el mes de septiembre, mes en el que se produce el mayor gasto en libros de texto, la inflación general llegó a alcanzar el 8,9% de incremento”.
Para los editores, estos datos vuelven a mostrar un hecho que se ha dado en la última década y es que “el precio de los libros de texto no ha sido un producto inflacionario”.
La facturación del sector el pasado curso alcanzó los 757,54 millones de euros, lo que representó un incremento del 2,8%, rompiendo con la tendencia descendente registrada en los cursos anteriores. No obstante, y a pesar de que el pasado curso se produjo la renovación de libros en los cursos impares en buena parte de las comunidades autónomas, estas cifras son, según ANELE, “inferiores a las que se produjeron en anteriores reformas curriculares”.
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