A los 80 años, el Conservatorio de Música de Gijón lamenta la pérdida de una de sus figuras más destacadas, Flor Rodríguez Riego, quien formó parte de esta institución desde su fundación en 1986 hasta su jubilación. Durante su larga trayectoria en el conservatorio, impartió clases de piano y se ganó el cariño y el respeto de todos los que tuvieron el privilegio de conocerla.
Flor Rodríguez Riego comenzó su camino en la música en Madrid, donde estudió con excelencia, obteniendo el premio de fin de carrera. Antes de llegar a Gijón, compartió su pasión y conocimiento musical como maestra en Oviedo.
Su legado en el Conservatorio de Gijón trasciende las notas y los acordes, ya que se convirtió en “una persona querida por todos”, dejando una huella imborrable en la comunidad educativa y musical de la ciudad.
La noticia de su partida ha conmovido a su familia y a todos los que tuvieron el honor de conocerla y aprender de ella. La despedida de Flor Rodríguez Riego se llevará a cabo mañana, a las seis de la tarde, en la iglesia de San Lorenzo. Su legado perdurará en el corazón de quienes tuvieron la fortuna de cruzar su camino y en la historia del Conservatorio de Música de Gijón.
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