OVIEDO, 15 (EUROPA PRESS)

La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ha informado este jueves de los trabajos desarrollados para la recuperación de la continuidad longitudinal de los cauces fluviales asturianos con la eliminación de veintidós presas y azudes en desuso.

Según explica en nota de prensa, la continuidad longitudinal de nuestros ríos se ha visto alterada por la construcción de presas y azudes, algunos de los cuales actualmente no están asociados a un uso. “Estas barreras impiden la continuidad de los flujos de agua, sedimentos, nutrientes, materia orgánica y organismos en los ríos, produciendo alteraciones que dificultan la consecución del buen estado de nuestros ríos, que es un objetivo fundamental de la legislación en materia de aguas”, apunta.

Por ello, la Confederación Hidrográfica, en aplicación del artículo 126 bis del Reglamento del Dominio Público Hidráulico, promueve la eliminación de infraestructuras que, dentro del dominio público hidráulico, ya no cumplan función alguna ligada al aprovechamiento de las aguas (demolición total o parcial de azudes).

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La CH Cantábrico ha eliminado, desde el mes de septiembre, totalmente 18 obstáculos y 4 de manera parcial. Con estas actuaciones se ha recuperado la continuidad longitudinal en 301 kilómetros de río. La demolición de estos obstáculos ha supuesto la restauración fluvial de una longitud de 2.965 metros de río.

Los azudes que se han demolido en su totalidad se encontraban en las siguientes corrientes: río Cotiello en Belmonte; río Pillarno en Castrillón; arroyo Molleda en Corvera de Asturias; río Ibias en Degaña; río Luiña en Ibias; arroyo Refozones en Langreo; río Nora en Oviedo; río Tendi en Piloña; arroyo la Camperona en San Martín del Rey Aurelio; río Nora y Noreña en Siero; río Llantero en Valdés; río Suarón en Vegadeo, mientras que los que se han demolido parcialmente se encontraban en el río La Ferrera en Laviana, en el río Color en Piloña y el río Muñas en Valdés.

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Estas actuaciones pretenden ayudar a reducir los efectos negativos sobre las especies piscícolas migradoras y los desequilibrios del régimen y transporte sedimentario que supone la fragmentación de hábitats producida por la presencia de estos obstáculos en los cauces.

De manera preventiva se ha llevado a cabo pesca eléctrica para minimizar los daños a la fauna fluvial y se han ejecutado labores de desbroce selectivo para permitir el tránsito de la maquinaria en puntos de difícil acceso. Se han retirado los restos de la demolición y se han trasladado a un vertedero autorizado. De forma general, se han tomado medidas para evitar la expansión de especies exóticas invasoras desinfectando la maquinaria antes de su traslado de una demolición a otra y se ha inspeccionado previamente la posibilidad de afección sobre nidos de avifauna.

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Estas actuaciones han supuesto una inversión de 96.714,55 € y se han realizado a través de la empresa pública Tragsa dentro del Programa de mantenimiento y conservación de cauces que desarrolla la Confederación Hidrográfica del Cantábrico.


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