Correr la San Silvestre es una de las tradiciones que tienen muchas personas para despedir el año. Se realiza desde el año 1964 y cada vez son más concejos asturianos los que suman esta actividad a sus programas navideños.
Tras dos años de inactividad por culpa de la pandemia, este año las expectativas son máximas y las opciones, diversas: en función del sitio, los participantes la pueden hacer corriendo, en bicicleta o andando. Quienes aún no se hayan apuntado tendrán que conformarse con animar a los participantes, ya que los plazos de inscripción han finalizado ya.
La de Gijón es la más antigua de las asturianas y la cuarta de España. La primera edición tuvo lugar hace 50 años y, por aquel entonces, sólo participaron 32 corredores, todo hombres. Hoy ya son más de 7.000 inscritos. Oviedo es la otra ciudad del Principado que más participantes reúne para la carrera. La de 2022 es su 38 edición y cuenta con varios recorridos que están adaptados para diferentes edades.
En las localidades de Candás, Nava y Grado hacen una San Silvestre ciclista, con más kilómetros de recorrido: 25, 28 y 30 kilómetros, respectivamente. Y en Piloña se adelantan un día, celebrando la San Silvestre el 30 con un recorrido de 2,5 kilómetros.
Pero éstas no son los únicos lugares en las que se corre para decir adiós al año en curso. Avilés, Cangas de Onís, Langreo, Mieres, Castropol, Cudillero, Luarca o Llanes también se apuntan a esta tradición deportiva.
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