VÍDEO | “La joya del Principado”, el pueblo de Asturias al que no se puede acceder en coche

Existen lugares remotos y apartados en España que parecen sacados de un cuento de hadas, alejados de los núcleos urbanos y con escasa población. Uno de esos fascinantes rincones es Bulnes, un encantador pueblo situado en pleno Macizo Central de los Picos de Europa, en el concejo de Cabrales, Asturias. Recientemente, hablábamos de la curiosidad de Ponga, otro lugar apartado que ofrecía una recompensa económica para atraer nuevos residentes.

Sin embargo, Bulnes tiene una particularidad aún más sorprendente. Este pintoresco pueblo es tan inaccesible que no se puede llegar en vehículo motorizado. Ni coches, ni motos, ni bicicletas pueden transitar por sus calles empedradas.

Para llegar a Bulnes, debes tomar una de las dos opciones disponibles: ascender por una canal de alta montaña o utilizar un funicular, conocido también como tren cremallera. El funicular parte desde Poncebos y te acerca casi hasta el corazón de Bulnes, salvando un desnivel de aproximadamente 400 metros. Una vez que llegas a la estación, deberás caminar durante unos 5 minutos hasta llegar a las primeras casas del pueblo.

El precio del billete de ida y vuelta en el funicular para un adulto es de 22,16 euros, y es recomendable reservarlo con antelación a través de su página web. No obstante, si eres amante de las caminatas y prefieres una experiencia más aventurera, existen diversas rutas que te llevan hasta Bulnes a pie. Una de ellas es la que transcurre por el Canal del Texu, mientras que otra opción es partir desde Poncebos, una caminata de aproximadamente 2 horas. Además, una vez en Bulnes, tendrás la posibilidad de explorar otros lugares impresionantes de la zona, como Sotres, Fuente Dé, el famoso Naranjo de Bulnes o el refugio del Urriello.

Bulnes es un destino único, que combina la belleza de su entorno natural con el encanto de un pueblo de montaña que ha sabido mantener su esencia y autenticidad. La prohibición de vehículos motorizados ha contribuido a preservar su tranquilidad y atractivo, convirtiéndolo en un enclave especial para los amantes de la naturaleza y los viajeros en busca de experiencias distintas y memorables.