Este pasado lunes por la mañana, en la glorieta de Llovio, situada en el concejo de Ribadesella, se produjo un trágico suceso que provocó retenciones de vehículos. El monitor de un autobús se encontraba en prácticas cuando comenzó a sentirse indispuesto, desencadenando el protocolo sanitario y de evacuación.
El helicóptero del Principado fue requerido para trasladarlo. Desgraciadamente, José Manuel Joglar Gutiérrez, de 61 años, casado con tres hijos, falleció a causa de un infarto fulminante. Era conductor de profesión y, en los últimos años, formador de la Asociación para el Desarrollo del Transporte.
No estaba al volante cuando sufrió el infarto, sino arriba del vehículo, dando órdenes al conductor. Estaba acompañando a algunos estudiantes de una clase de manejo cuando empezó a sentirse mal y tuvo una cardiopatía súbita. Pese a que la ambulancia llegó en pocos minutos, nada se pudo hacer para salvar su vida.
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