El oriente de Asturias se encuentra consternado por el fallecimiento, en el Hospital de Arriondas, de Vicente Cosío Pumares, reconocido hotelero y empresario. Desde 1969, fue el rostro visible del restaurante Hospedería del Peregrino, ubicado en el Real Sitio de Covadonga. Cosío era considerado uno de los principales impulsores de la hostelería asturiana, y su auténtica pasión residía en la comarca de los Picos de Europa, donde apoyaba todas las iniciativas. Fue uno de los promotores del final de etapa de la Vuelta Ciclista a España en los Lagos de Covadonga, una apuesta que, junto con la histórica visita del Papa Juan Pablo II en 1989, impulsó el sector turístico en toda la región.
El presidente de la patronal hostelera asturiana Otea, José Luis Álvarez Almeida, se mostró consternado al recibir la noticia y recordó a Cosío como una persona sensata y con gran criterio. Ambos compartieron responsabilidades en las primeras directivas presididas por Álvarez Almeida en Hostelería de Asturias, actualmente integrada en Otea.
“Siempre dispuesto a ayudar al turismo y, sobre todo, a apoyar a los jóvenes que se embarcan en esta aventura. Siempre estaba allí para todos”, elogió Álvarez Almeida. Recordó que hace una semana, algunos hosteleros se reunieron para compartir un momento juntos y se notó mucho la ausencia de Cosío. Sabían que estaba enfermo, pero no esperaban este desenlace.
Vicente Cosío, de 78 años, estaba casado con Pilar Díaz Junco, exalcaldesa de Cangas de Onís y exdiputada regional.
Además, era hijo de Vicente Cosío Corral, cariñosamente conocido como ‘Carburín’, uno de los primeros conductores que se unió a la empresa Autocares Mento, propiedad de Sacramento de La Llana. Siguiendo los pasos de su padre, también trabajó en Mento y hace más de una década organizó un encuentro al que asistieron más de veinte conductores que no se habían visto durante años.
- Te recomendamos -