
El domingo en Sama de Langreo comenzó con una noticia impactante y dolorosa: el fallecimiento de Ceferino Braña Velasco, conocido cariñosamente como “Cefe”, quien durante cuarenta años regentó el emblemático quiosco ubicado en la calle Dorado, justo frente a la iglesia de Santiago. A los 60 años de edad, Ceferino era mucho más que un simple quiosquero; era una figura entrañable y querida en la comunidad de Sama.
Ceferino compartía su vida con su hermana Margarita y tenía tres sobrinos, los músicos Aarón, Daniel y Pablo Zapico, integrantes del grupo “Forma Antiqva”. La familia Braña era un pilar fundamental en la vida de Sama de Langreo, y Ceferino era una de las personas más conocidas y apreciadas en el pueblo.
Con un carácter tranquilo y respetuoso, pero también con una mordaz perspicacia, el quiosco de Ceferino Braña era mucho más que un simple lugar de venta de periódicos y revistas. Era un punto de encuentro donde la comunidad se reunía para hablar, debatir y compartir ideas sobre una amplia gama de temas. Ceferino era un lector apasionado y cultivado, y su tienda se convirtió en el escenario de innumerables tertulias a lo largo del día.
Además de su labor como quiosquero, Ceferino Braña fue un colaborador activo en la Sociedad “La Montera” y contribuyó significativamente a la Bienal “La Carbonera”. En los últimos años, desempeñó un papel crucial en la conservación del archivo histórico de la desaparecida Sociedad de Festejos “Santiago”.
La noticia de su fallecimiento ha dejado un profundo pesar en la comunidad de Sama de Langreo. Ceferino Braña Velasco será recordado no solo por su papel como quiosquero, sino también por su influencia positiva en la vida social y cultural del pueblo. Su legado perdurará en las memorias de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y compartir momentos con él.
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