La comunidad hostelera de Avilés está sumida en la tristeza tras el fallecimiento de Miguel Suárez Viñuela, quien murió repentinamente a los 54 años. Durante más de treinta años, Miguel fue el alma detrás del café bar Antonio, un establecimiento emblemático situado en la calle de Marcos del Torniello, justo frente a los Tribunales de Justicia de Avilés.

Miguel, conocido y respetado en la zona, era una figura familiar en el entorno judicial desde su infancia, al haber crecido en el ambiente del bar familiar. Heredó el negocio de su padre, y el Bar Antonio se convirtió en un punto de encuentro clave para abogados y procuradores de Avilés. Su personalidad humana y servicial le granjeó el cariño de todos los que lo conocían, destacando por su eterna sonrisa y disposición amable.

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Además de su dedicación a la hostelería, Miguel era una figura activa en el deporte local. Ejercía como delegado del equipo infantil del Club Deportivo Raíces, donde su hijo Rodrigo, después de pasar por todas las etapas formativas del club, juega actualmente en el equipo regional. Su vínculo familiar con el mundo jurídico también era fuerte, su hermano José Antonio (Toño) se jubiló el año pasado como funcionario del juzgado, al igual que su cuñada.

El funeral por Miguel Suárez tendrá lugar hoy lunes en la iglesia de Santo Tomás a las cinco de la tarde. Su fallecimiento deja un vacío no solo en el corazón de su familia y amigos, sino también en la comunidad de Avilés, que hoy recuerda y honra su legado.

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