El venerado párroco Ignacio Gallo, tras dedicar tres décadas de servicio a la parroquia de Santa María de Lugo de Llanera y casi 63 años al ministerio sacerdotal, nos ha dejado a la edad de 87 años. Su fallecimiento se produjo ayer por la mañana en la Casa Sacerdotal de Oviedo.
Un legado de devoción y servicio en el occidente asturiano
Nacido en San Martín de Taramundi el 15 de marzo de 1936, Gallo fue un hombre de profundo arraigo en sus orígenes vaqueiros, apreciado especialmente en Naraval por su compromiso con las necesidades de la región. Su formación teológica culminó en Oviedo, tras lo cual fue ordenado sacerdote en 1961. Su camino pastoral le llevó a diversas parroquias antes de asentarse en Llanera en 1988, donde promovió significativas obras como la ampliación de la iglesia de Santa María, la construcción de un nuevo cementerio, y la creación de iniciativas de acogida y devoción, incluida la veneración de Santa María de Lugo, patrona de la parroquia, cuya imagen fue bendecida por el papa Juan Pablo II.
Un espíritu inolvidable en la comunidad
Además de sus labores parroquiales, Gallo ejerció una notable influencia espiritual en el aeródromo de La Morgal, dedicándose a la bendición de avionetas y la celebración de funerales para los pilotos fallecidos. Su labor y carisma han dejado una huella imborrable en la comunidad, recordándosele como un hombre genuinamente bueno, dedicado a su fe y al servicio de los demás.
Para más detalles sobre su legado y servicios funerarios, consultar la página de la Arquidiócesis de Oviedo en Facebook y Twitter.
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