Las fiestas de San Mateo han llegado cargadas de polémica. Los ovetenses no están nada contentos con el cambio de modelo impulsado por el PP y Ciudadanos, que ha supuesto la cancelación de los conciertos gratuitos en la Plaza de la Catedral y la sustitución de los chiringuitos por casetas de hostelería. A eso se han añadido las quejas por los retrasos y la duración de los conciertos.
La actuación del martes de «Nancys Rubias», con Mario Vaquerizo al frente, comenzó con 47 minutos de retraso. A partir de ahí, estos se fueron acumulando, con el consecuente recorte de tiempo del último concierto de la noche, el de «Fangoria». La propia Alaska, líder de la banda, tuvo que anunciar a su público que no podían cantar los dos últimos temas porque les habían comunicado que se pasaban de tiempo.
La cantante manifestó su malestar por este hecho a través de las redes sociales: «Oviedo. Un público maravilloso y un final un poco raro porque había que cortar sí o sí a una hora determinada y nos quedamos sin hacer las últimas canciones. Cuando encendieron las luces del público pensamos seguir, pero no pudo ser porque nos hubieran cortado el sonido. En fin…».
Todo esto ha llevado al concejal de Somos en el Ayuntamiento de Oviedo, Rubén Rosón, a pedir la dimisión de la concejala de festejos, Covadonga Díaz, por «el desastre de gestión y desarrollo» de las fiestas de San Mateo, en las que «la ciudad está más vacía que nunca», sin actividad y sin ambiente festivo, como en años anteriores.
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