Noel Zapico, histórico dirigente del sindicato vertical y figura clave durante la Transición en España, falleció a los 87 años en su casa en La Roza, Langreo. Su vida estuvo marcada por su origen minero y su lucha por los derechos laborales.
Noel Zapico inició su trayectoria laboral como pinche en Carbones Asturianos y luego se formó como perito Mercantil, Graduado Social y obtuvo una licenciatura en Ciencias Políticas. Durante el franquismo, desempeñó un papel político activo, primero en el sindicato vertical y luego en el Consejo Nacional de Trabajadores, donde fue elegido presidente en 1976. Además, representó a los trabajadores españoles en la OIT, defendiendo la estructura vertical del sindicalismo en la España dictatorial.
Durante la Transición, trabajó estrechamente con Torcuato Fernández Miranda, uno de los arquitectos clave del proceso. Zapico desempeñó un papel crucial al desmantelar el sistema del sindicalismo verticalista y participó como ponente en la ley de reforma política, que permitió la legalización de partidos y sindicatos, devolviendo la soberanía al pueblo español.
El primer contacto de Zapico con la política ocurrió en 1962 durante la huelga de los mineros asturianos. Participó activamente en las movilizaciones y se convirtió en un líder sindical reconocido. Su labor como dirigente del sindicalismo vertical lo llevó a reunirse con Franco en El Pardo y establecer una amistad con el Rey Juan Carlos I, siendo uno de los pocos que conocía de antemano que Adolfo Suárez sería designado como líder de la Transición.
Noel Zapico defendía la apertura democrática en España, abogando por una transición sin rupturas. Su postura a favor de la inclusión del Partido Comunista en el proceso de la Transición generó oposición, especialmente entre los militares. Aunque Suárez le ofreció el cargo de ministro de Empleo, la oposición militar debido a su posición respecto al PCE impidió su nombramiento.
La labor y la visión de Noel Zapico fueron fundamentales para la transformación de España hacia la democracia. Su compromiso con los derechos laborales y su participación en la Transición dejaron un legado significativo en la historia del país.
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