La situación en la calle Pescadería 32 de Luarca se ha vuelto insoportable para sus residentes, quienes llevan tres meses viviendo en la oscuridad debido a la falta de iluminación pública. La frustración y la indignación son palpables en las voces de los vecinos, quienes han tenido que recurrir a linternas para ingresar a sus hogares, enfrentando un escenario que parece sacado de una película de suspense.
A pesar de los múltiples avisos y quejas presentadas en el ayuntamiento, la situación no ha experimentado mejoría alguna. Los residentes se sienten abandonados por las autoridades locales, incapaces de resolver una problemática que afecta directamente su calidad de vida y seguridad. La oscuridad reinante en la calle se ha convertido en un riesgo real para los habitantes, quienes temen encontrarse con alguien inesperado en las escaleras o en los pasillos del edificio.
“Así llevamos sin luz 3 meses y dando avisos en el ayuntamiento y seguimos igual ,como la boca del lobo, para poder entrar en casa hay q ir con linterna y con miedo no te encuentres alguien en las escaleras con esta oscuridad es en la Pescaderia 32 ,por si alguien con conciencia lee esto y se dé cuenta q hay viven personas”, recalcaba la denunciante.
El grito de “¡SINVERGÜENZAS!” refleja la frustración acumulada y el sentimiento de impotencia que los vecinos experimentan. Las palabras encapsulan la profunda decepción que sienten hacia aquellos responsables de brindarles una solución. En un llamado urgente, los afectados hacen un llamado a la conciencia de quienes puedan leer su mensaje, rogando que alguien con la capacidad de influir en la situación tome acción.
Esta no es simplemente una cuestión de comodidad; es un asunto de dignidad y seguridad. Los vecinos de la calle Pescadería 32 de Luarca merecen vivir en condiciones adecuadas y sentirse protegidos en su propio entorno. La historia que cuentan con su desesperado grito es un recordatorio de la importancia de la empatía y la responsabilidad de las autoridades locales para atender las necesidades de sus ciudadanos.
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