Asturias es la comunidad que peor paga a sus camareros
(Jorge Peteiro / Europa Press)

Durante la temporada estival, es común pasar tiempo fuera de nuestro hogar. Generalmente, buscamos refugio en establecimientos de hostelería para aliviar el calor con bebidas y refrigerios. Estos momentos, especialmente si estamos de vacaciones, pueden ser tan agradables que nos sumergen en la diversión, haciendo que las horas pasen volando y la jornada se extienda hasta altas horas de la noche.

No obstante, esto no altera el hecho de que los locales tienen horarios de apertura y cierre, como cualquier otro negocio. A esa hora, los clientes deben retirarse para permitir que los empleados preparen el establecimiento para el día siguiente. Sin embargo, existen personas que, al ver que el bar o restaurante aún está abierto, aprovechan para hacer un último pedido sin darse cuenta de que los trabajadores están a punto de concluir su jornada laboral.

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Un ejemplo de esta situación fue compartido en la cuenta de Twitter @soycamarero, que se dedica a visibilizar las injusticias dentro del ámbito de la hostelería. En la publicación, se muestra una captura de pantalla de una crítica en línea de un cliente poco comprensivo. El cliente se quejaba de que no le sirvieron bebidas a él y a sus nueve acompañantes a la 1:00 de la madrugada, cuando el local cerraba a la 1:30. Argumentaba que este retraso afectaría a los empleados y les impediría terminar su jornada a tiempo. Con indignación, el usuario comentaba: “La gente suele tener negocios para ganar dinero y si echas a tus clientes, poco vas a ganar.”

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Numerosos usuarios aprovecharon para compartir sus propias experiencias similares en los comentarios. Una chica relató cómo a diez minutos del cierre, un cliente se acercó a comprar y, al pedirle amablemente que fuera rápido debido a la hora, este presentó una hoja de reclamaciones alegando que debían atenderlo hasta la hora de cierre exacta. La publicación ha adquirido más de 400.000 visualizaciones y ha acumulado más de 4.000 me gusta, generando una amplia difusión en cuestión de horas. Este caso ilustra cómo la interacción entre clientes y empleados en el sector de la hostelería puede generar controversia y opiniones encontradas en las redes sociales.


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