El conocido Bar Ponteo, un punto de reunión tradicional para los residentes de Oviedo, ha anunciado su cierre permanente. Este histórico local, situado en la parroquia de San Claudio, ha cerrado sus puertas tras más de tres décadas de servicio, marcando el fin de una era. El propietario, José Manuel Fernández, decide jubilarse sin encontrar un sucesor para el negocio.
Una larga trayectoria llega a su fin
Originario de Cangas del Narcea, Fernández, ha sido una figura destacada en la hostelería desde sus 16 años. Tras un periodo de trabajo en Madrid y La Manga del Mar Menor, y un accidente que interrumpió su carrera, eligió regresar a Asturias, tomando las riendas del Bar Ponteo en 1987. Su dedicación al establecimiento ha sido un pilar en la comunidad, ofreciendo un espacio acogedor y platos tradicionales que atraían tanto a locales como a visitantes.
Desafíos y logros del Bar Ponteo
La gestión del bar no ha estado exenta de desafíos, especialmente con la disminución de la clientela debido a la despoblación y las crisis económicas. A pesar de estos retos, el bar mantuvo su esencia y popularidad, conocido por su embutido de calidad y los memorables eventos y reuniones que acogió, incluyendo comidas para figuras notables de Oviedo.
Un futuro incierto tras el cierre
Con el cierre del Bar Ponteo, Fernández se enfrenta a un futuro incierto. Aunque entusiasmado con la idea de jubilarse, ha expresado su deseo de mantenerse activo, contemplando dedicarse a la jardinería y el cuidado de animales en su propiedad.
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