Los inconvenientes de la alta velocidad entre Asturias y Madrid no se encuentran limitados a la variante de Pajares, después de casi dos décadas en obras, esperando estar operativa en la enésima fecha anunciada a bombo y platillo para su apertura. Y es que, todavía quedan actuaciones y pruebas por realizar que seguirán alargando el tiempo de arranque de un servicio necesario para población asturiana.
La última información era transmitida por la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, al señalar que el trayecto entre Asturias y Madrid se reduciría a dos horas y 43 minutos con la nueva infraestructura. Un dato que era matizado por Adif, recalcando que estaría rondando las tres horas entre Madrid y Oviedo.
Un tiempo que se estima como casi el doble que los mismos kilómetros (288 para ser exactos) en el trayecto entre León y Madrid, siendo casi el mismo tiempo que en coche.
Y estos se debe, en primer lugar, a que el tramo hasta La Robla no está adaptado a la alta velocidad pese a llevar, como se recordaba desde UPL, “más de 18 años entre estudios y obras para completar poco más de 20 kilómetros de vía”, que encima son llanos y con una complejidad mínima comparada, por ejemplo, con la variante.
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