Después de 72 años desde que José Chaves Almagro dejara las minas asturianas por las de la cuenca del Ruhr en Alemania, el sobre con las papeletas para votar en las elecciones del domingo a la Junta General del Principado por la circunscripción central llegó a su antiguo domicilio en la localidad germana de Essen a principios de este mes.
Esta situación resulta extraña, ya que José Chaves falleció hace 25 años en su localidad natal de San Roque (Cádiz), a donde regresó en 1995. La nieta del fallecido, Rocío, que ahora es la propietaria de la casa alemana en la que vivieron sus abuelos, su madre y sus tíos, informó a Ana Rosario Chaves Ceballos, una de las hijas de José Chaves y residente en Gijón, sobre lo ocurrido. Para Ana Rosario Chaves, esta llamada a las urnas dirigida a su difunto padre ha sido “un shock”. “Mi hija no le dio importancia, pero para mí ha sido un shock. Primero se tendrían que haber puesto en contacto con el consulado general de España en Dusseldorf, porque mi padre falleció en 1998 en España”, señala Ana Rosario Chaves.
Ella considera que lo sucedido es “un poco ridículo” y no está de acuerdo con esta situación, ni para su padre ni para otras personas. Según relata Ana Rosario Chaves, ella llegó a Asturias por primera vez a los tres años, en 1955. La familia se trasladó desde San Roque hasta Pola de Laviana, donde su padre y su tío trabajaron en la minería, uno en Coto Musel y otro en Fradera. En 1961, su padre emigró a Alemania debido al comienzo de las huelgas en la minería asturiana, por lo que José Chaves decidió buscar empleo en la cuenca del Ruhr. Su hija regresó a Asturias en 1993.
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