Imagen de archivo de un cementerio. EFE
Imagen de archivo de un cementerio. EFE

La localidad de Ribadesella está sumida en tristeza tras la pérdida de uno de sus queridos habitantes, Antón El Campaneru de Moru. José Antonio Martínez Somoano nos dejó el miércoles, a la edad de 94 años, en la Residencia del Cuera, donde pasó sus últimos años disfrutando de una vida longeva y plena. El funeral de despedida se llevará a cabo esta tarde del jueves a las seis en la iglesia parroquial de El Carmen (Ribadesella).

Antón adquirió el oficio de campanero durante su infancia, al igual que muchos otros niños de su edad. Heredó esta tradición de su padre e incluso de su abuela. Más tarde, emigró a Uruguay, donde vivió durante 40 años, pero siempre conservó el distintivo acento “che” de aquellas tierras. Tras su regreso a la casa de Sotu en 2002, asumió con gran orgullo la responsabilidad de dirigir los dos campanarios que cuelgan en la espadaña de la iglesia de Moru, el lugar donde fue bautizado en 1929. Día tras día, Antón hacía sonar y repicar las campanas, llenando la localidad con su hermoso y característico sonido.

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La partida de Antón deja un vacío irremplazable en la comunidad de Ribadesella. Era un hombre respetado y admirado por todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocerlo. Su dedicación y amor por el oficio de campanero eran palpables en cada tañido de las campanas, una tarea que desempeñó con pasión y devoción a lo largo de su vida.

Su regreso a Ribadesella en 2002 marcó un nuevo capítulo en su historia personal. Antón encontró una profunda satisfacción al volver a las raíces de su familia y asumir la responsabilidad de mantener viva la tradición campanera en Moru. Su compromiso fue ejemplar, y su labor diaria resonaba en el corazón de la comunidad.

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La noticia de su partida ha generado un profundo pesar en toda la localidad. Ribadesella se encuentra unida en el duelo, compartiendo anécdotas y recuerdos de Antón, recordando su calidez, su alegría y su espíritu generoso. Su legado como campanero y como ser humano excepcional perdurará en los corazones de aquellos que lo conocieron.

En el funeral de despedida, que se llevará a cabo en la iglesia parroquial de El Carmen, se espera una emotiva ceremonia en honor a la vida de Antón El Campaneru. Amigos, familiares y la comunidad en general se reunirán para rendirle tributo y despedirse de un hombre cuya presencia y pasión dejaron una huella imborrable en Ribadesella. Su legado perdurará, y su memoria será honrada a través de las campanas que seguirán sonando en Moru, manteniendo viva la tradición que tanto amó.

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