Imagen de Sandra Bermejo.
Imagen de Sandra Bermejo.

La imagen de unos corazones. Ese fue el último mensaje que envió Sandra Bermejo antes de morir. Lo hizo el 7 de noviembre, el día antes de desaparecer, escribiendo a una de sus mejores amigas, la cual le había enviado una foto de unos colibríes, uno de sus animales favoritos. Y es que, semanas antes de su desaparición, la joven psicóloga madrileña mostró sus problemas personales a través de mensajes y llamadas a familiares y amigos.

Entre los mensajes más concluyentes se encuentra el realizado a una amiga dos días antes de su desaparición, en el que señala que “me parece que voy a tener que hacer algo porque estoy hundiéndome cada vez más“, emplazándose a quedar el cumpleaños de la misma, el 20 de noviembre.

Otro de los mensajes muy claros sobre el estado personal en la que se encontraba Sandra se recoge el día 21 de octubre cuando con otra amiga le remarca que “estoy metida en una mierda que no sé yo muy bien cómo salir, como muy atrapada por la cabeza“. Una situación que puso en alerta a allegados de la joven.

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En las últimas fechas, la Policía Nacional, encargada de la investigación, ha remarcado que no hay “indicios de criminalidad” en la muerte de la mujer, por lo que en su muerte no participaron terceras personas. La autopsia señala que el deceso esta caracterizado “por traumatismos por precipitación”, sin ser entregada a la familia.

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